
Durante este congreso hemos podido ver la implantación generalizada del Internet de las Cosas en todo tipo de sectores que quieren afrontar la transformación digital en sus negocios.
En estos días se ha concentrado conocimiento y negocio en torno a la evolución del IoT y a su sinergia con otras tecnologías como son la inteligencia artificial o el blockchain, teniendo esta una mayor presencia que en ediciones anteriores.
Ejemplos como zapatos que podemos diseñar en pocos minutos e imprimirlos a continuación, Smart Cities o geolocalización de animales que son difíciles de controlar en zonas poco accesibles, son algunos de los avances que probablemente en relativamente poco tiempo sean una rutina para nosotros.
Aunque la tecnología blockchain sigue estando poco madura, ya se está viendo su influencia en proyectos con IoT o Inteligencia Artificial (IA), por lo que se le sigue considerando entre lo más revolucionario del mercado.
Una de las zonas más interesantes del congreso fue la destinada a Testbeds (bancos de pruebas), donde se han mostrado varios prototipos y proyectos basados en IoT desarrollados de forma colaborativa por empresas líderes.
Así estuvo presente una boya inteligente que podemos utilizar para monitorizar la calidad del agua en Alaska y salvar ballenas beluga, un camión de bomberos totalmente conectado y sensorizado para conocer en tiempo real el estado y disponibilidad del equipo, una verja inteligente que se abre automáticamente a la llegada del propietario o unos wearables inteligentes para la prevención de riesgos laborales.
Tras el gran éxito e interés que ha generado nuevamente este evento, ya se ha dado la cuenta atrás para la próxima edición de 2019 que se realizará del 29 al 31 de octubre.